Fiscalía vulnera los derechos de Katia Trillos, mujer trans víctima de violencia policial
- Temblores ONG

- 2 sept
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Actualizado: 9 sept
Katia Trillos es una mujer trans que ha sobrevivido. Sobrevivió al conflicto armado. Sobrevivió a la discriminación por su identidad de género. Sobrevivió a la brutalidad policial. Sobrevivió a la tortura. Y hoy, más de diez años después, sigue sobreviviendo a las dilaciones de la justicia. Su vida en Colombia estuvo marcada por amenazas, detenciones arbitrarias y agresiones por parte de la Fuerza Pública. Los hechos que investiga actualmente la Fiscalía corresponden al delito de tortura cometido en su contra en Bogotá en el 2013, cuando agentes de la Policía Nacional la golpearon, la quemaron con una sustancia en su cuerpo y la detuvieron injustamente mientras la sometían a humillaciones y amenazas de muerte por ser una mujer trans y trabajadora sexual. La persecución fue tan grave que Katia tuvo que abandonar el país para salvar su vida y, desde entonces, vive en México bajo estatus de protección internacional.
Sin embargo, este fin de agosto regresó a Colombia por unos días con la esperanza de que el Estado realice las diligencias necesarias para abrir el camino hacia la justicia. Para que la investigación pueda avanzar, es indispensable que se practique una valoración de Medicina Legal que documente, conforme al Protocolo de Estambul, las secuelas físicas y psicológicas de la tortura que sufrió. Desde Temblores ONG llevamos más de dos años solicitando esta diligencia —primero en México y, más recientemente, en Colombia—, pero los obstáculos institucionales han hecho imposible concretarla.
Desde mediados de agosto hemos insistido mediante llamadas, correos y visitas a Medicina Legal y Fiscalía para que se concrete la cita de valoración. El 12 de agosto solicitamos formalmente la orden de examen; el 15 y el 19 de agosto reiteramos su urgencia; y en las últimas dos semanas hemos enviado insistentes recordatorios y sostenido reuniones en persona. A pocos días de que Katia regrese a México, la respuesta institucional es que faltan elementos de su historia clínica para poder continuar, pese a que las autoridades cuentan con múltiples soportes y solicitudes previas.
Asimismo, preocupa que en recientes conversaciones con la Fiscalía 91 Especializada se haya insinuado que, si Katia regresa a México sin la valoración, podría ser interpretado como desinterés en el proceso. Esta lectura es equivocada y revictimizante. Katia no había podido volver a Colombia porque salió forzosamente por amenazas contra su vida, y hoy está en el país solo por unos días, mostrando su compromiso con la justicia. La imposibilidad de practicar la valoración hasta ahora responde únicamente a fallas institucionales, no a falta de voluntad de la víctima.
Katia Trillos es más que un número de radicado, su historia es reflejo de la violencia que muchas personas LGBTIQ+ enfrentan y su lucha por la justicia representa la esperanza de que el daño que ha sufrido no quede en la impunidad. El riesgo de que la Fiscalía archive el caso bajo un supuesto desinterés de la víctima sería una injusticia inaceptable. Como ella misma lo ha dicho: “la justicia tarda, pero en mi caso parece que ha tardado demasiado”.
Desde Temblores ONG exigimos a la Fiscalía General de la Nación y al Instituto Nacional de Medicina Legal que adelanten de inmediato las gestiones necesarias para que la valoración médico-legal de Katia Trillos se realice. Es deber del Estado investigar con debida diligencia los hechos de tortura que ella vivió y garantizar que su búsqueda de justicia no quede en la impunidad.






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