Desde Temblores ONG rechazamos de manera contundente los casos de violencia homofóbica que han ocurrido en los últimos días en el país. Observamos con preocupación el número de homicidios de hombres gay registrados por la Corporación Caribe Afirmativo en la ciudad de Medellín entre el 11 de enero y el 31 de marzo de 2022. Según este registro, se trata de seis casos de homicidio y uno de tentativa de homicidio. Esta organización señaló una serie de características en los homicidios que ponen en evidencia la clara intención de castigar a las víctimas, haciendo énfasis en zonas sexualizadas de sus cuerpos, ubicándolas en posiciones de inferioridad y resaltando sus expresiones de género feminizadas y orientaciones sexuales no normativas.
Con la misma preocupación rechazamos los actos de violencia cometidos en contra de dos hombres gay y otras personas que intentaban defenderlos el día de ayer en la madrugada en la localidad de Chapinero. Las denuncias que se hicieron por redes sociales relatan cómo dos personas atentaron en contra de la vida y la integridad de dos hombres gay mientras los violentaban verbalmente por su orientación sexual. Las denuncias también relatan que la policía no atendió con prontitud al lugar de los hechos y que la vecindad tuvo que intervenir para proteger la vida de las personas que estaban siendo atacadas.
En nuestro informe Qué maricada con nuestros derechos identificamos la alarmante alza en el registro de casos de violencia interpersonal, sexual y homicida en el espacio público en contra de personas TLGB, que saltó de 77 casos registrados a nivel nacional en el 2012 a 286 en el 2014 y luego a 393 en el 2018. La cifra total que registra el informe de Colombia Diversa Nada que celebrar de 2020 expone la alarmante cifra de 738 hechos de violencia hacia personas lesbianas, gays, bisexuales y trans registrados en el 2020. El registro de homicidios de hombres gay, según el mismo informe de Colombia Diversa, se elevaron de 47 en el 2019 a 71 en 2020, sumando 24 casos a nivel nacional.
En Qué maricada con nuestros derechos también registramos que la violencia en contra de las personas con géneros y sexualidades no normativas ocurre en gran medida en el espacio público y por parte de personas desconocidas o que las personas han conocido muy brevemente.
Esto y los hechos que se han hecho visibles recientemente en medios de comunicación y redes sociales hacen evidente que las calles no son un lugar seguro para las personas con experiencias de género y sexualidad no normativas y que es necesario que se tomen acciones para salvaguardar las vidas de las personas con géneros y sexualidades no normativos en el país.
Exigimos a las autoridades esclarecer los hechos y, más allá de las medidas de los hechos particulares, idear medidas de largo aliento que atiendan el problema de fondo de violencia por prejuicio sobre las identidades, expresiones y orientaciones no normativas de las personas colombianas.